Esto no es para sentir pena o culpa. Lo cierto es que más allá de las ganas que la gran mayoría de las personas tiene de comerse el mundo y recorrer sus rincones más especiales, hay dos aspectos que sí o sí tiene más poder de decisión sobre los planes viajeros que nuestros corazones anhelan: trabajo y presupuesto.
Sea por el motivo que sea, para nadie es un secreto que el mundo laboral puede trascender las barreras de la oficina y el tiempo, por lo que siempre se termina trabajando más horas del estipulado, dejando espacios limitados para el ocio u otras actividades como los paseos.
Además de esto, el factor dinero juega un papel importante -quizá el más importante- cuando de conocer nuevos destinos turísticos se trata. Y es como reza el conocido dicho: “En esta vida todo es plata”, una vez se terminan de pagar las cuentas, por lo general lo que sobra es para sobrevivir del resto del mes. Lo sabemos, es triste. Sin embargo, siempre hay algo que se puede hacer para solucionarlo.