Dentro de un ambiente exótico y natural y a tan solo 3 kilómetros del puente del río Túa en la Marginal de la Selva, se ubica el Puente Tabla, un lugar cargado de biodiversidad que durante años se ha mantenido intacto, rodeado de un bosque nativo en donde habita una innumerable y variada fauna y flora representativa de esta región.  

Es un atractivo significativo e histórico para los regiomontunos, pues el puente fue construido en 1966 con el fin de dar conectividad a dos sectores del área rural ya que por allí se desplazaban los campesinos y finqueros hacia el centro del municipio. Con un tablero (piso) de madera, y una estructura de cables y vigas de acero de acero, esta particularidad arquitectónica, hoy repotenciada, sigue prestando este fundamental servicio para las comunidades rurales de Monterrey, Casanare. 

Actualmente, el “puente tabla” es un lugar muy emblemático para los habitantes de Monterrey y sus alrededores, diariamente es utilizado por peatones, turistas y ciclistas que, encuentran en él, un gran lugar de esparcimiento y tranquilidad. Regularmente se realizan caminatas ecológicas hasta el puente, las cuales, dependiendo del clima, concluyen con un refrescante baño en las aguas del Río Tua.