Es bien sabido que Colombia es un territorio históricamente habitado por civilizaciones indígenas desde sus inicios y, aún después de la conquista española, los genes de las primeras culturas se han ido heredando generación tras generación. Algunas de las que habitaron y transitaron por todo el país fueron la Tairona, Muisca, Quimbaya, Chibchas y, para el caso de Llanos Orientales, la principal fue la Sikuani.
A pesar de los daños irreparables a las costumbres y tradiciones de nuestros pueblos ancestrales que trajo la llegada de los españoles -quienes con su llegada impusieron sus propias dinámicas culturales- todas estas civilizaciones dejaron huellas de diferentes formas. Una de ellas las conocemos hoy como petroglifos.
Lejos de lo que a primera impresión pueda interpretarse, petroglifo nada tiene que ver con petróleo, pues viene del griego petros (piedra) y glyphein (tallar). En ese sentido, se trata de una imagen grabada sobre una piedra o roca en donde la persona desgastaba la capa superficial para dejar las marcas.