Ahora bien, justo al frente se ubica el Parque Ramón Nonato Pérez, una plaza amplia en donde están tres muestras de historia y cultura: Monumento a Los Catorce Lanceros, la galería a cielo abierto y el busto del coronel Ramón Nonato, fundador del ejército del llano y figura patriótica en la lucha por la independencia de América.

Es, principalmente, un pasaje peatonal donde se puede disfrutar de la sombra que brindan sus árboles inmensos al tiempo que se toma una deliciosa merienda en las distintas cafeterías que hay a su alrededor.

Un tercer parque icónico y el más grande de la ciudad es El Resurgimiento, ubicado a pocas calles del centro y donde, entre los años 1938 y 1939 funcionó el primer aeropuerto municipal: La Última Lágrima. Es un lugar extenso con amplias zonas verdes, mobiliario para que los niños jueguen y ciclorruta, haciéndolo ideal para que las familias gocen de un rato ameno o incluso para quienes prefieren hacer ejercicio en espacio abiertos.

De las cosas más distinguidas de este parque es la gran tarima donde se llevan a cabo eventos musicales, entre ellos el reconocido Cimarrón de Oro. Igualmente, a sus espaldas, se encuentra la concha acústica, escenario de las principales actividades en los que la cultura y el arte en todas sus expresiones son protagonistas.