Con la presencia de piedras con forma de conchas y moluscos en la cumbre del cerro “El Cacique”, se empieza a considerar la posible existencia de fósiles en la zona.
Hace al menos 100 millones de años, gran parte de lo que hoy conocemos cómo llanos orientales, se encontraba bajo el agua, y es que, durante el cretácico, gran parte de Colombia, incluyendo zonas de Boyacá, Huila, Meta, Casanare y Cundinamarca, hacían parte de un inmenso brazo del mar que se adentraba en el continente desde las costas del caribe hasta Bolivia.
Este hecho científico valida la posibilidad de que, en las ondulaciones montañosas que hoy comprenden el piedemonte casanareño, en algún momento entre el cretácico y el periodo neógeno, existieran playas o valles situados a nivel del mar y con relativa cercanía a fuentes de agua salada.
Teniendo en cuenta que, durante este periodo de al menos 90 millones de años, la vida abundaba en las aguas que bañaban las estepas casanareñas, no es descabellado descubrir que en las formaciones de roca sedimentaria correspondiente a las diferentes eras geológicas que vivió esta región a lo largo de su historia, hoy estén presentes vestigios de la vida marina que alguna vez habitó en estas tierras.