Por otro lado, debido a que aporta altos nutrientes, en su mayoría carbohidratos, era la mejor opción para que los trabajadores de la comunidad repusieran energías luego de una jornada pesada. Para que dimensionen un poco el nivel de importancia en ese entonces, el casabe era en el plato lo que hoy es el arroz: infaltable.
Su proceso de preparación inicia con la yuca pelada y lavada, que luego es rallada en su totalidad. Esto se pone en una especie de tamiz y se aprieta para eliminar todo el yare, un líquido lechoso (y venenoso) que sale de la pulpa de la yuca.
Cuando ya se ha extraído todo el líquido, se toma una porción de la yuca y se extiende sobre la plancha en forma circular de tal forma que queden delgadas. Se le da vuelta por los dos lados hasta que este crujiente como una galleta y listo.