Inaugurado en el año 1943 y construido en Chicago en los 30, esta estructura metálica de 90 años unió por primera vez a Villavicencio con la llanura casanareña.
Antes de la llegada de las vías modernas, la Ruta65 era un paso ganadero en donde se transportaban grandes cantidades de reses, y en donde cruzar ríos y cañones era una tarea titánica que solo los mejores vaqueros podían sortear. De hecho, la construcción de esta pieza de la ingeniería fue casi igual de titánica.
Inicialmente, la gestión fue todo un reto, ya que fue necesario que Jorge Tulio Flores representante a la cámara por la intendencia del Meta y el departamento de Cundinamarca lograra la aprobación de la ley que ordenaba la construcción del puente sobre el rio Guatiquia en la legislatura de 1937 a 1939.