Top
  >  Ruta65   >  Probamos el Baquiarroz (el champús llanero) y esta fue nuestra reacción

#Colombia #Restrepo #Gastronomía

Semanas atrás hablamos con Luzmila Suta (la encargada de Turismo en el municipio de Restrepo, Meta) em búsqueda de nuevos destinos para visitar en el municipio. Entonces, como si de una revelación divina se tratará, ella exclamó: ¡Tienen que ir a donde vende el champús llanero! En Comestibles El Baqueano.

Resulta que la familia detrás de esta empresa, cuya tradición es de más de 30 décadas en la producción del pan de arroz, hace 6 años decidió buscar nuevas opciones para innovar en el mercado y darle un valor agregado a la tradicional ‘rosquita’. Luego de hacer experimentos y muchas pruebas de calidad, resultó, entre otras cosas, El Baquiarroz: una mezcla de piña, lulo, arroz integral y el toque secreto de la casa.

En cuanto salió a la venta, se convirtió en la estrella y rápidamente se dio a conocer en el pueblo como la versión regional de la tradicional bebida caleña, pues sus ingredientes solo casi lo mismos. Exceptuando el arroz, por supuesto.

Al oírlo, supimos que era el lugar ideal para visitar lo más pronto posible, nuestro curioso y glotón paladar no podría esperar para darle una probada a esta y otras variedades que allí se encuentran: pan de arroz con sabor a piña y a finas hierbas, pan de arroz light, envuelto de arroz asado (el tradicional es al vapor), etc.

Como es de costumbre, salimos temprano y solo tomamos un tintico de salida para darle espacio al festín que nos esperaba en El Baqueano. Al llegar al punto principal, nos esperaba una de las propietarias e integrantes de la familia, Daniela Jiménez. Ella nos recibió con un cálido saludo y más se demoró en darnos la bienvenida que en servirnos una muestra de cada uno de los productos en la mesa.

Aunque todo se veía –y olía, porque allí mismo está la planta de producción- exquisito, nuestros ojos se dirigieron inmediatamente al Baquiarroz. Sacamos una cucharada bien colmada y pa’ dentro. De-li-cio-so, la piña y el lulo se complementan a la perfección con ese sabor a cereal característico del arroz, sin llegar a ser muy dulce. Los trozos de fruta se sienten naturales y frescos, mientras que la textura del grano permanece consistente.

¿Rico? Rico. ¿Nos gustó? Nos gustó. ¿Comimos hasta decir no más y casi acabamos con todo lo que había? Por supuesto. Ahora la pregunta es: ¿Qué esperan para ir a probarlo? La respuesta la tienen ustedes.


Psdta: no esperen tanto y vayan a la planta de punto principal. Para saber cómo llegar, ingrese a Comestibles El Baqueano.