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  >  Llaneridad   >  Entrevista con Argemiro Pirabán, el llanero veguero del Casanare

#LlanosOrientales #Colombia #Gastronomía

En nuestra visita al JoropoFest 2021 nos topamos con el reconocido por muchos como el Llanero Veguero del Casanare, Argemiro Pirabán. Un hombre que en lleva toda la tradición de trabajo en la sabana llanera no solo en sus venas, también en su vestimenta y porte ante la gente.

La oportunidad de encontrar un personaje tal como lo es él por azar del destino es casi nula. Por eso, en medio del ajetreo y los afanes de los grandes eventos, aprovechamos para charlar un poco con él y que nos contara sobre su historia de vida.

¿Quién y de dónde es Argemiro? 

Mi nombre es Argemiro Piraban, Vargas piraban. En el ámbito artístico y cultura me conocen como ‘Llanero Veguero”. Hace 6 años me dieron ese nombre artístico y lo recibí con mucho respeto y cariño porque esa es mi esencia.  

Nací hace 59 años en la vega de la montaña del río Charte, del municipio de Yopal, conocido hoy en día como corregimiento Morichal. Toda mi vida me he dedicado a la agricultura y la ganadería.

Yo hice un poema sobre mi biografía que cuenta como fueron esos primeros años que dice:

 

“De los cuatro a los 10 años ya me tocó trabajar

Por cuestiones de la vida

Solo sin papá y mamá”.

Me tocaba ordeñar vacas y yo mismo becerrear

Sembrar el arroz y ayudarlo a cosechar”

 

Esa fue mi niñez allá en la vega, cosechando el arroz, el maíz, cuidando que los pájaros y los micos no se lo comieran.

¿Ahí estuvo gran parte de sus años o se fue a otro lugar?

Sí, de ahí, a los 11 años llegué a la fundación de la Argelia que era propiedad de un señor que había sido caporal por más de 15 años. Allá estuve trabajando y aprendiendo de todo lo que yo veía. Luego, a los 12 años llegué al Hato El Porvenir y a eso de los 17 años ya empezaba a sonar el Pirabán, Pirabán, Pirabán, empezó a quedar ese buen nombre de un muchacho que ya era caporal de trabajo, jinete, ya casi amansador de caballos, en todo el tema de llaneridad tenía ya un sin número de conocimiento.

¿En qué momento decide crear ese proyecto de promover la cultura llanera?

Fue a los 35 años ya que yo dije no soy más empleado, voy a dedicarme a mis cosas y me dedico a mi finca. Y Pues siempre he promovido todos los temas que tienen que ver con la llaneridad.

Tengo la capacidad de echar noches de cuentería en cuentos de trabajo de llano, de historias de miedo, también algunos cuentos de cacho como le decimos nosotros, me defiendo en el baile criollo, en contar qué es un güey que es una herramienta de trabajo que prestaba mucho servicio en los hatos y en las fincas cuando no había tractor.

Me defiendo también en todo lo que tiene que ver en los juegos tradicionales de la semana santa como el trompo, la zaranda, el de los mararays. De todo ese conocimiento es que sale la idea de montar una caballeriza dotada de ese sentimiento y ese conocimiento que tengo para que no se pierda y por eso cargo con mi zaranda también, para demostrar lo que yo sé en cualquier momento que me lo pidan.

¿Para usted qué significa ser un gestor cultural tan reconocido en la región?

Esa es una responsabilidad mía y conmigo mismo de transmitir y difundir esto que poco a poco se ha ido perdiendo. Pero no la cultura, si no esas personas que tenemos ese arraigo por eso que toda la vida nos acompañó y nos seguirá acompañando, es seguir defiendo eso que tanto nos gusta.

Por último, Don Argemiro nos deja esta invitación muy especial:

Los invitó a mi finca, La Caballeriza del Llanero Veguero en la vereda La Esmeralda de Aguazul, para que me visiten. Allá hemos realizado eventos en temas de llaneridad como el Encuentro de Saberes y en el les comparto todo lo que yo sé sobre lo que es ser llanero veguero como ensillar un caballo, jinetear, volear hacha, hacer campechanas, llaveros, a jugar bolos criollos, el trompo y a enseñarles todo sobre lo que yo he aprendido durante toda mi vida en el llano.