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  >  Ruta65   >  Cuatro cosas que no sabías sobre la música llanera

#Ruta65 #Colombia #Cultura

El joropo o música llanera es un género musical tan ligado a la cultura de la Orinoquía que, su ritmo ternario (de tres tiempos) tan característico cómo lo es el acordeón en la costa caribe, se ha convertido en sinónimo inconfundible de los Llanos Orientales. 

Sin embargo, esta música tan popular en nuestra región guarda una historia muy singular que muchas veces es ignorada, por esta razón, desde Ruta65 nos hemos dado a la tarea de contarles una serie de datos muy relevantes que sin duda harán que su conocimiento y apropiación por este símbolo de la llanura sea muchos más profundo después de esta corta, pero sustanciosa lectura.  

Su ritmo proviene del fandango español

Se cree que, como resultado de la prolongada ocupación española en tiempo de la conquista, los sonidos barrocos provenientes del comercio interoceánico lograron calar en las costumbres nativas y criollas de la Orinoquía, una región fundamental en la época colonial y que en ese entonces era compartida por lo que hoy conocemos como llanos colombianos y llanos venezolanos.  

Esa influencia musical, mezclada con la recursividad y creatividad de los nativos de América, dió como resultado un ritmo de tres tiempos que fusionó sonidos africanos, indígenas y europeos para conseguir así la tradicional música que hoy suena a lo largo de la Ruta65. 

No pertenece a ninguna nación

El joropo nació en los llanos, y los llanos son compartidos, es por ello que, el origen de esta hermosa y particular melodía es atribuido a una región y no a una nación en específicano obstante, es indispensable saber que, en el caso de Colombia, el sonido fue popularizado en la región oriental, fronteriza con Venezuela, y en el caso de esta última, en todo el territorio del vecino país.  

Es historia viva

Esta música, como cualquier expresión de folclor, no solo apela a la comercialidad, de hecho, en sus versiones más clásicas y antiguas, las referencias a la vida cotidiana y a las experiencias de los llanos son el material predilecto en la composición.  Aun hoy, es común, si se presta suficiente atención, encontrar en las letras de las canciones fragmentos de memoria histórica y tradición, que a pesar de los siglos, siguen presentes en la cultura llanera. 

El furruco

Familiar para pocos, peculiar y extraño para muchos, este instrumento que usaron los indígenas para marcar los bajos de las tonadas está compuesto por un cilindro de madera hueco en sus dos extremos, uno de ellos forrado con un cuero que lleva una vara de madera en el centro. Para tocar el instrumento se unen las palmas de la mano con la varita en el medio y se desliza hacia abajo, produciendo una vibración de baja frecuencia que suena muy similar a un bajo moderno. 

Su uso, ya en vía de extinción, se limita a exhibiciones y muestras de folclor arcaico, toda vez que en la actualidad son muy pocas las personas capacitadas para interpretar este instrumento tan peculiar.  

Como has visto, el joropo es un vasto territorio armónico, melódico y cultural, casi tan grande como la misma llanura, por eso, te invitamos a sumergirte en este mundo de folclor y ritmo.  

Descúbrelo ya mismo a través de la Ruta65, un camino de bellezas naturales que atraviesa a los llanos colombianos. 

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